Receta galletas de avena y harina integral
Nivel
Fácil
Tiempo
15′ + 20′ horneado
Comensales
4
Antes de empezar…
Aquí os dejo esta receta de galletas.
Me encanta utilizar los copos de avena para cocinar. Además los vamos a combinar con harina integral, con frutos secos y semillas, así que tenemos unas buenas galletas que además de satisfacer el paladar de los peques y no tan peques de la casa, vamos a aprovechar todos los nutrientes que van a aportarnos.
¡Así que os animo a que probéis esta receta, que ya veréis como van a triunfar!
Ingredientes
- 130g. de harina integral de espelta (*1 taza de desayuno)
- 130g. de copos de avena finos o gruesos, los que tengas (1 taza)
- 40g. de almendra molida o harina de almendra (1/4 de taza)
- 1 manzana triturada
- 170 g. miel de arroz o sirope de ágave (Un poco más de 1/4 de taza )
- 75g. de nueces picadas(1/2 taza)
- 30g. de avellanas picadas
- 60g. de pasas picadas(1/4 de taza)
- 2 cucharadas de semillas de lino molidas (o de semillas de chía)
- 80g. de aceite de girasol, de aceite de coco o de oliva suave)(Un poco menos de 1/2 taza)
*Taza: hablamos del tamaño de una taza típica de desayuno.
Preparación
Lo primero nos preparamos todos los ingredientes en la cocina para tenerlos a mano. Picamos los frutos secos y las pasas. Las reservamos en un bol.
Primero mezclaremos en un bol los ingredientes secos (avena, harina, nueces, pasas y semillas).
Yo usé las semillas de lino y las trituré parcialmente con un mortero japonés estriado (suribachi), aunque a veces he usado la picadora para molerlas porque no tengo molinillo.
Después, vamos a lavar bien las manzanas, las troceamos y las trituramos con un procesador de alimentos, las pelamos previamente si no son ecológicas.
Reservamos.
Ahora es el momento de incorporar el resto de ingredientes, los húmedos, y mezclarlos bien con ayuda de una cuchara hasta que se integren bien en el bol.
Aviso que no es la típica masa de galletas para hacer con los niños,…..al quedar blanda, se pega fácilmente, así que recomiendo dejarla al menos 1/2 hora en la nevera o un rato en el congelador tapada para que coja consistencia y sea más fácil manejarla. Si se nos pega mucho la masa a las manos y a la cuchara hay que ir limpiando con agua para que no haya restos que provocará que se nos pegue más.
Precalentamos el horno a 180 ºC.
Con ayuda de cuchara de helado (nos sirve una cuchara normal) vamos cogiendo porciones de masa y colocándolas sobre papel de hornear en la bandeja del horno.
Le damos la formita redonda con ayuda de una cuchara.
Os recomiendo que le dejéis un grosor de no más de medio centímetro para que queden crujientes más fácilmente. Si son más gruesas, quedarán crujientes por fuera y más blanditas por dentro.
Yo lo que hice fue que antes de ponerlas al horno, con las manos bien limpias con agua fría, era darle golpecitos con las yemas de los dedos para acabar de aplanarlas, porque a mí me gustan crujientes.
Las horneamos durante unos 20 minutos (deben quedar doraditas), aunque dependerá siempre del grosor de la galleta y del horno, así que ¡ no dejéis de vigilarlas!
Cuando estén horneadas, las sacamos del horno para que no se sigan cociendo.
Están riquísimas, aunque para mí, un poco demasiado dulces, ya depende del gusto de cada uno. A mis hijos les gustan así.
Son fáciles de hacer y una buena opción a las galletas industriales.
Añádeles canela, pepitas de chocolate,..¡Lo que más te apetezca!
Si vas a hacerlas y te falta algún ingrediente, NO TE PARES POR ESO y sustitúyelo por otros que te parezcan que pueden ir bien! seguro que están ricas también ¡IMPROVISA!
Notas:
– Al sacarlas del horno, todas las galletas están con textura blanda. La consistencia crujiente la tendrán al enfriarse.
– Siempre es mejor guardarlas, una vez bien frías, en recipientes de vidrio. En plástico acaban poniéndose blandas, y no es la mejor opción.
– Si se nos quedan blandas y lo que queremos es disfrutar de una textura crujiente, podemos volverlas a hornear antes de comerlas (podemos aprovechar que hemos usado el horno para cocinar otra receta y colocarlas con el calor residual), o simplemente meterlas en la tostadora unos 3 minutos y dejar que enfríen sobre una rejilla.